martes, 18 de marzo de 2008

Alquimia al revés

En la historia del futbol mexicano hay muchos casos de fracasos, que van desde no calificar a mundiales, por incapacidad futbolística, o el tristemente célebre caso de los cachirules, o de selecciones de las que se espera que ahora sí den el estirón y se acaben los ya merito, los sí se puede. Que todo eso se convierta en ¡Sí se pudo!, ¡ganamos! o ¡Somos campeones!

Desgraciadamente, sólo hay un caso de esos, y fue con los chamacos de la Sub 17, que ganó en Perú el mundial de la especialidad, esa selección, que desde entonces se le ha llamado la generación dorada, y cuyos integrantes jueguan en su mayoría en Primera División de nuestro país o en Europa, como los casos de Vela, y Dos Santos.

Esta generación tiene un gran futuro, pero dicho futuro puede complicarse con ciertos eventos, como los de esta semana en Carson, California.

Resulta que se llevó a cabo el Preolímpico rumbo a Pekín 2008, con la base de la generación dorada, se esperaba que el Peolímpico fuera pan comido para el Tri, pero no contaban con que el DT de dicha selección, el Pentapichichi Hugo Sánchez, en su faceta de alquimista, se encargó, desde los aprtidos de preparación para esta justa, de lograr la transmutación de los elementos que buscaban los alquimistas, pero al revés: convirtió el oro en plomo.

México empató su primer partido a uno, contra un Canadá que no debería significar el menor problema; pierde en su segundo partido contra Guatemala al son de 1-2, después de ir ganando un partido que se veía fácil, y es obligado a ganar por 5 goles de diferencia a un Haití sin la menor idea futbolística, quedando aun gol de lograr su pase a semifinales, al ganar sólo por 5-1 y fallar al menos una docena de oportunidades de gol.

En definitiva, el problema es, creo yo, el técnico. Hugo Sánchez no es, ni era, el técnico adecuado para este equipo. Debió seguir Jesús Martínez, técnico campeón del mundo y dejar a Hugo descansando en el paradisiaco Acapulco.

En fin, veremos Pekín 2008 desde la telera. Y a pensar en Sudáfrica 2010.

y ya sin Hugo.